jueves, 31 de enero de 2013

Maclíes y auseos


Gustav Klimt: Pallas Atenea (1898)

En Libia son fronterizos de los Maclíes los Auseos, pues ambos habitan en las orillas de la laguna Tritónida divididos entre sí por el río Tritón. Los Maclíes se dejan crecer el pelo en la parte posterior de la cabeza, y los Auseos en la parte anterior de ella. Hacen todos los años una fiesta a Atenea, en la cual, sus doncellas repartidas en dos bandos, luchan con piedras y palos, y dicen que practican aquellas ceremonias, propias de sus antepasados, en honra de aquella diosa su paisana a la cual llamamos Atenea. A las doncellas que mueren de aquellas heridas las llaman falsas vírgenes.
Antes de dar fin a aquel combate, el pueblo entero elige a la doncella que se ha portado mejor en el choque; ármanla con un yelmo corintio y con una armadura griega, y puesta encima de un carro llévanla alrededor de la laguna.
Ignoro con qué armadura adornasen a sus doncellas antes de tener por vecinos a los griegos, si bien me inclino a pensar que con la armadura egipcia, porque mantengo que los griegos tomaron de los egipcios el yelmo y el escudo.
Por lo que toca a Atenea, dicen ellos que fue hija de Poseidón y de la laguna Tritónida, pero que enojada por cierto motivo contra su padre se entregó a Júpiter, el cual se la apropió por hija: así lo cuentan al menos. Las relaciones de hombres y mujeres son promiscuas aquí; no cohabitan pero tienen el trato sexual como el ganado. Cuando el hijo de una mujer está bien crecido, los hombres se juntan en tres meses y el niño es adjudicado al hombre al que se parece más.

Herodoto. Historia, IV, 180.

jueves, 24 de enero de 2013

Solón en Egipto

Solón (c. 638-558 a.C.)

En la cabeza del Delta de Egipto, dijo Critias, donde la corriente del Nilo se parte en dos, hay cierto distrito llamado Saítico. La ciudad principal de este distrito es Sais –hogar del rey Amasis- la fundadora de la cual, dicen ellos, fue una diosa cuyo nombre egipcio es Neith, y en griego, como afirman ellos, Atenea. Estas gentes aseguran ser grandes amigos de Atenas y en cierta manera parecidos a nuestro pueblo. Solón dijo que cuando viajó allí se le tuvo en gran estima entre ellos; por otra parte, cuando preguntaba a alguno de sus sacerdotes como más versado en tradiciones antiguas acerca de su historia primitiva, descubrió que ni él mismo ni ningún otro griego sabía nada en absoluto acerca de tales asuntos, se podría decir. Y en una ocasión, cuando deseaba hacerles hablar sobre historia antigua, intentó contarles la más antigua de nuestras tradiciones concerniente a Foroneo, que se dice que fue el primer hombre, y a Níobe; y siguió contando la leyenda de Deucalión y Pirra después del Diluvio y cómo sobrevivieron a éste y dio la genealogía de sus descendientes; y contando el número de años ocupado por los acontecimientos mencionados, intentó calcular los períodos de tiempo. Después de lo cual, uno de los sacerdotes, un hombre prodigiosamente anciano, dijo: “Oh, Solón, Solón, los griegos siempre seréis niños. No existe ningún griego antiguo”. Y oyendo esto, preguntó [Solón]: “¿Qué quieres decir con esto?” Y el sacerdote replicó: “Tú tienes el alma joven, cada uno de vosotros la tiene. Por esto no poseéis ni una sola creencia que sea antigua y derivada de la vieja tradición, ni tampoco una ciencia que sea vieja”.

Platón. Timeo, 21e-22b.